B&P

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Un don Nadie

Intro

La maquina de los números y letras estaba matando cierta parte de él, pero no lo notaba, nunca había usado esa parte o al menos no lo recordaba. Pasaba los días leyendo ese libro y un rato por las noches en el balcón de su habitación del 3º piso tratando de contar las estrellas que se podían ver desde donde estaba. Siempre estaba con el libro, es lo que hace la gente importante le dijeron; y lo creyó porque lo decía el profesor, el viejo gordo de pullover, y porque lo decía el autor del libro azul, un señor del norte, de un pais importante.En el norte todo es mejor, todos son más inteligentes; al menos así lo había creído siempre, porque todo el mundo lo decía, todos se querían ir al norte.
Muchas veces la maquina no le respondía haciéndolo sentir triste y algo solo, con ganas de lagrimear un rato, hasta dudaba pensando sino perdía demasiado el tiempo con esa máquina y memorizando los códigos alfanuméricos. Luego se decía a si mismo:
- No hay que estar triste, es malo estar triste, a nadie le gustan las personas tristes, a mamá no le gusta verme así.
Entonces imaginaba al viejo gordo junto a su mamá riendo felices y a él recitando de memoria los códigos, vestido con corbata y camisa, bien peinado todo para un costado, también imaginaba mucha gente aplaudiendo en un gran salón, asombrados con sus conocimientos, y hasta el señor del norte lo felicitaba por ser su mejor discípulo; eso lo hacia querer seguir y así pasaba los días, ayudando en las cosas del hogar a su madre, leyendo el libro azul, practicando con la maquina y memorizando los códigos.
Algo que también lo ponía triste era que cuando le preguntaba a su madre por su ausente padre al que nunca había conocido siempre recibía respuestas confusas o incongruentes con lo que le habían contestado en ocasiones anteriores y si insistía la vieja se ponía a llorar y se metía en su pieza.


Ella golpeó la puerta

Hubo un día en que alguien golpeo a la puerta, era Helena, una chica del edificio que hacia que él se diera vuelta para mirarla las veces que se la encontraba, cuando la miraba dejaba de pensar por un momento en sus asuntos de siempre y le producía una erección instantánea.
Su mamá decía que esa chica no se vestía como debía y que siempre andaba en la calle muy tarde..Que sus padres no se ocupaban de ella, que tenía "malas juntas” y muchas cosas más a las que él no contestaba.
- Por suerte mamá no está en casa – Pensó.
Ella saludó con un “hola” bastante seco, entró sin pedir permiso y le pidió prestado un libro de matemáticas del secundario.
Era su oportunidad de asombrar a Helena, de mostrarle todo lo que sabía y el gran futuro que le esperaba. Le habló de la máquina, de los códigos, del profesor viejo y gordo, del señor del norte del libro y le dijo que un día se iría el también para el norte porque iba a estudiar mucho. Ella lo escuchaba sin mucha atención, distraída mirando los pocos objetos de la habitación, simplemente quería agarrar el libro e irse; pero él insistía, no paraba de hablar, quería llamar su atención y le parecía que todo lo que explicaba debía resultarle muy interesante a ella.
Helena ya cansada de la situación lo interrumpió:

- ¿Para que me contás todo eso?

Era una pregunta frontal y obvia pero que hizo que toda su lógica quedara en un stand by, no sabía que responder a esa simple pregunta, era como una sinceridad brutal; después de unos segundos le salio por la boca lo primero que se le vino a la cabeza.
- Creo que es porque de alguna manera me interesás, me gustás....creo...no se.
Después de decir eso se sintió bastante estúpido, casi no la conocía, pensó que había sido muy atrevida y audaz su respuesta, que se había excedido y quizás de alguna manera hasta le había faltado el respeto a Helena.
Ella no se inmutó en lo mas mínimo, solo le dijo:
- Mirá, la verdad que casi ni nos conocemos bien, no hablamos nunca....
Él estaba cada vez mas nervioso.
- Yo solo te contesté lo que me preguntaste, igual me podés conocer si querés, yo te quisiera conocer mejor, se que te gusta mucho la música..mirá acá tengo casi todos los discos de los Beatles, si te parece pongo alguno....
- No, dejá…che, mejor te lo pido otro día el libro, estas como nervioso o por ahí te interrumpí algo...y no hay apuro con eso.
- NO! NO!...llevalo......después me lo devolvés...cuando querás podés venir y me lo devolvés..
- Ay...es que la verdad preferiría que no, se lo puedo pedir a otro, solo que vos estabas mas cerca y me imaginé que tenías muchos libros, ¿entendés?,.pero ya fue...bye!
Helena se fue cerrando la puerta dejándolo en un estado de total vulnerabilidad, se sentía el más despreciable de los seres; a ella la veía como en un altar, tan fuera de su alcance, con ese pelo lacio castaño, esos ojos verdes/amarronados algo enrojecidos, la vieja campera negra de cuero con letras blancas que rezaban en el costado izquierdo "sexy death", la camisa blanca/transparente que dejaba ver ese corpiño rojo que no impedía notar los puntudos pezones, esa cintura mínima que parecía que se podía agarrar con una sola mano, y una mini falda negra vinílica con la que parecía que siempre estaba a punto de verse la bombacha.
Después la imaginó leyendo el libro con algún otro que se lo prestara y teniendo sexo con ese otro, después con muchos más, con casi todos los hombres que conocía, excepto con él; él era feo y raro.. se ponía nervioso por todo... Se preguntó como podía ser que Helena hubiera ignorado su charla de la maquina, los códigos y lo de vivir en el norte; eso impresionaba a todos, a su mamá, a sus tíos, al viejo de pullover y a sus compañeros de clase, cada vez que hablaba de eso todos lo escuchaban con atención; pero a ella parecía no importarle.
Esa noche no cenó ni vio ese programa en que construyen autos con chatarras de basureros que siempre veía, tampoco el mensaje del sacerdote cerrando la transmisión, solo se encerró en su habitación, la maquina le arrojaba rápidamente números y letras con furia, y el libro azul parecía mas interminable que nunca y el gato subido a su cama intentaba frotarse el pene contra la colcha inútilmente, se acordó de aquella vez en que él se había empezado a tocar el pene en la cama y su madre lo había sorprendido, la vieja le pegó bastante fuerte con una vara de plástico que tenia guardada en el roperito del fondo y luego lo mandó a un retiro espiritual de la iglesia “San Cayetano” que estaba a pocas cuadras. Nunca se le ocurrió contradecir a su madre, por lo que aceptó sin quejas el viajecito religioso. Le tenía bastante miedo a la vieja y no era para menos, era una mujer que aparentaba más años de los que tenía y su actitud en general era muy agresiva y masculina, mucha gente dudaba de que estuviera mentalmente sana, él sabía que guardaba dentro de un costurero un arma de fuego no muy grande, siempre estaba cargada, la mujer sufría en ocasiones ataques paranoicos al escuchar cualquier ruido en el departamento, entonces abría el costurero y la sostenía en su mano un rato, con eso se sentía mas tranquila, aunque nunca había disparado.
Finalmente llegó el día del retiro y partió en micro junto con un montón de pibes que solo conocía por verlos los domingos durante la misa, este viaje le dejó en su mente hechos que jamás pudo borrar; en la carpa donde dormía le habían querido sacar la ropa y tocarlo, otros chicos simplemente lo golpearon sin motivo.
Después de todo eso nunca más se masturbó en su habitación, lo hacía de vez en cuando en el baño procurando ser higiénico y no dejar “rastros” del detestable acto cometido.
Cuando volvió del retiro estaba inscripto en una especie de curso de artes marciales, su madre le dijo que eso era bueno porque así se mantendría alejado de pensamientos raros, el primer día que fue notó que ahí también estaban varios de los que lo habían querido tocar en el retiro, por lo que a pesar del miedo que le daba desobedecer decidió no entrar. Nunca fue a una clase, esos días se iba hasta la plaza del barrio que estaba casi en frente de su casa sin miedo de que lo viera su madre porque estaba trabajando en la planta de frutas secas, ella casi no hablaba con nadie en el barrio y menos de él. Iba con el libro azul y compraba maíz inflado para arrojarle a los patos del laguito sentado en un banco de madera algo maltrecho, al costado del lago estaban tiradas algunas jeringas que habían usado para drogarse los amigos de Helena a la noche, los “chicos de negro” como les decían casi todos los vecinos, él los había visto cuando a veces pasaba en el auto con su madre yendo a comprar la cena al centro , también habían latas de energizantes, botellas de vino, licores, vodka y de cualquier tipo de bebida alcohólica.


Una Madrugada Fatal

La máquina rogaba atención lanzando códigos indescifrables, el libro se había engrosado notablemente y el gato ya había desistido de fornicarse a la colcha.
Él escuchaba una y otra vez la voz de Helena que le decía cosas como "sos feo así que no te ilusionés conmigo", "hace un montón que vivimos cerca pero ni te conozco", después recordó las palabras de de su madre cuando lo agarro 'in fraganti' masturbándose:
- Qué estás haciendo nene!! por dios santo!!
Las del señor viejo de pullover:
- Hay que pensar de un modo coherente y estructurado ante las situaciones criticas para tomar la decisión correcta.
Las de los chicos que lo querían tocar
- Vení, no seas tímido lindo, vas a ver que te va a gustar
Y por último la voz distorsionada en inglés de la música de los amigos de Helena en la plaza que había escuchado al pasar en el auto
- ..your god is dead...and no one cares! ....

La única música en inglés que escuchaba él era la de los beatles, rolling stones y creedence. Esos eran los discos que tenia su madre junto a los de música clásica y que según ella eran insuperables; también tenia otros de los Les Luthiers que ya había escuchado cientos de veces pero que cada vez que lo hacia le seguían pareciendo graciosos.

Todas esas voces y recuerdos le daban vueltas por la cabeza dejándolo en un estado que nunca antes había experimentado.
Recordó una noche que al pasar por la plaza vio a Helena con uno de sus amigos, el tenía las manos por debajo de la falda de ella y los pantalones algo bajados; mientras se besaban parecía que sus lenguas se iban a anudar, ella gemía sin ninguna inhibición, pensó en que él nunca iba a poder hacerle algo así, jamas iba a hacerla gemir de esa manera, muchos podrían hacerlo y para ellos no era nada difícil, incluso la había visto besarse con otras chicas, pero él nunca iba a poder. Eso no salía en el libro azul, ni se lo iba a decir su mamá, ni el señor viejo gordo de pullover, ni el escritor del libro en el norte, ni sus compañeros de clase. Simplemente nunca pasaría y eso lo sacaba totalmente. No importaba que su mamá dijera que todos esos se arruinaban la vida con las jeringas, con el alcohol y andando tarde a la noche por la calle. Siempre ellos se veían mas felices que él, a ellos no les importaba lo que su madre pensara, para los chicos de negro era solo una vieja loca obesa ridícula machona con el pelo mal teñido y así se lo habían dicho muchas veces. Él lo había pensado pero nunca se lo diría, nunca le diría tampoco que no le gustaba levantarse a las 10 los domingos para ir a la iglesia, que sería capaz de cagarse en la santa trinidad si con eso pudiera lograr aunque sea tocarle las tetas a Helena.
Su mamá le decía siempre que esos chicos eran vulgares y que él era especial...único, analizando esas palabras detenidamente se dio cuenta de que él no era el único que leía el libro azul, ni el único que sabia manejar la máquina, no era nada especial, habían muchos iguales y seguramente muchos mejores, muchos a los que la gente aplaudiría mas, muchos que harían que su madre le dijera:
- Así tendrías que ser vos...¿porque no pudiste ser así?...si yo te di todo ...¡¡todo!!...¡mal hijo!!
Muchos que complacerían mas al viejo gordo de pullover y serían mejores discípulos del señor del norte.
Él en realidad ni siquiera era raro, era de lo más común y no sabia hacer nada mas que eso, eso era lo que había hecho toda su vida, no tomaba, no besaba ni hacia gemir a nadie.
Su estado de confusión se convirtió en un sentimiento de odio e impotencia. Al ver como se engrosaba el libro lo agarró y empezó a romperlo todo, desde el prologo hasta el índice final, después tomó su cuaderno con los códigos e hizo lo mismo, con una silla metálica despedazó a golpes la máquina que se resistió hasta el final a destruirse. Luego se acostó y empezó a tocarse, se masturbó incontables veces en su cama, ensuciando las sábanas y sus manos, de alguna forma deseaba que su madre viniera y lo viera.. Salió casi desnudo al balcón en el que comúnmente contaba las estrellas y miro hacia la plaza que estaba cerca, se veía al mismo grupito de siempre de "los chicos de negro"; ellos solo desaparecían los fines de semana, ese miércoles como todos los días de semana estaban ahí inyectándose, fumando, tomando, hablando. Helena en esta ocasión estaba con el alto que era mas o menos corpulento y de pelo largo; el que él menos se bancaba, lo veía mas o menos seguido porque iban a la misma facultad, cada vez que se cruzaban el tipo lo miraba de una manera despectiva que lo hacia sentirse una bosta, y él solo bajaba la vista y seguía caminando, ni siquiera una vez lo había saludado ni de compromiso.
Estaba en lo mas profundo de su crisis, grito entonces desde el balcón: "Helena!!" varias veces, después de un rato ella se dio cuenta, se acerco a la casa acompañada por su chico, se sorprendió al verlo casi desnudo pero igual le dijo lo mas alto que pudo con su voz algo ronca :"¿Que querés?", mientras todos los otros sonreían en la plaza.
El respondió: "¿sabés lo que quiero?...estar con vos...eso quiero!!", las carcajadas no tardaron en llegar; igual Helena le dijo:
- Es muy fácil solo tenés que bajar y venir con nosotros
- No puedo, mamá me va a ver salir y se va a enojar
Las risas aumentaban, Helena volvió a hablarle aunque esta vez entre algunas carcajadas:
- Bajá por la escalera que esta pegada a la pared, la que usan los de los servicios para hacer arreglos.
Lo pensó un rato, le daba miedo muchas veces el solo hecho de salir al balcón, el edificio era antiguo, y esas escaleras no se usaban casi nunca. Justo en ese momento dio una mirada hacia abajo y vio a helena con su chico besándose, tocándose. Sin pensarlo empezó a bajar por la vieja escalera, cuando iba por el segundo escalón intentó sujetarse con su mano para sostenerse mejor, pero el semen que le había quedado entre los dedos hizo que resbalara y cayera desde ahí directo en la vereda a unos metros de Helena, al instante tanto ella como los chicos de negro desaparecieron. Se acercó un auto cuyo conductor había visto la caída, tocó el timbre del edificio y al rato estaba la ambulancia que lo llevó al hospital público mas cercano, donde después de varias radiografías y diagnósticos le dijeron que se había quebrado la columna vertebral y no tenía sensibilidad de la cintura para abajo.

Consecuencias:

Confinado a la silla de ruedas se dedicó a terminar con el libro azul, los códigos y la máquina.
El viejo gordo de pullover le decía que no era de gran importancia lo que le había pasado, que sus piernas no le iban a ser nunca tan útiles como su mente, con el tiempo siguió leyendo otros libros y viajo al norte a trabajar unos años en un puesto no muy importante gracias a una beca que le fue otorgada en gran parte por ser un lisiado, pero más allá de todo eso el hecho de que su hijo trabajara en el extranjero hacia que la madre desbordara de alegría.
Una vez finalizada la beca volvió sin pena ni gloría y consiguió un puesto más o menos acomodado en una pequeña empresa local no demasiado importante, él puesto en realidad no le molestaba en lo más mínimo y no tenia ambiciones económicas más allá de lo que ganaba, pero algo que le retorcía la mente era que uno de los supervisores era el que alguna vez fue el chico corpulento de pelo largo que estaba esa madrugada con Helena, este seguía arrojándole la misma mirada solo que ahora se le agregaba una sonrisa sarcástica, cada día odiaba más esa sonrisa y lo invadía la envidia que sentía porque el tipo había estado con Helena y él no.
En el trabajo hablaba seguido con una mina que iba a llevar café, era gordita, bastante tonta y se hacía la simpática con casi todos los de la oficina, parecía no importarle su discapacidad, con el tiempo la empezó a invitar los fines de semana a su casa y aunque no era muy interesante se dio cuenta que era lo único que tenía e iba a tener. La mina pasaba la mayor parte del tiempo en la casa tomando mate y viendo novelas con la vieja. Después de unos meses le pidió matrimonio y finalmente se casaron en la iglesia “san Cayetano” , la madre tenía mucho más entusiasmo que él durante la ceremonia y la gordita no podía creer que después de los 30 había por fin encontrado por fin un marido bien acomodado.
Un día cualquiera leyendo el diario en la oficina, vio una foto de Helena en un pequeño cuadrito de la sección espectáculos, ella durante todos estos años estuvo en diversas bandas como vocalista y hasta había alcanzado cierta trascendencia con la última, pero la nota del diario en este caso hablaba de que la cantante había sufrido un infarto mientras mantenía relaciones sexuales y de que habían rumores de que se trataba en realidad de una sobredosis.
- ...y nunca te pude coger, puta de mierda - Dijo casi susurrando.
Pasaron años de rutina, trabajo, tv, libros, misas, tratamientos fallidos para recuperar la movilidad, vinieron algunas arrugas, canas, calvicie y aburridas tardes de domingo junto a la vieja y a su esposa. En una de esas tardes se puso a pensar más que de costumbre, reflexionó solitario en la pieza sobre su vida durante horas y finalmente tomó la decisión.
Su esposa y la vieja habían salido de compras, fue hasta el mueble donde estaba el viejo costurero, extrajo el arma que como de costumbre estaba cargada, sacó el seguro y se puso el caño en la sien, miró hacia abajo sus fláccidas débiles piernas y el inútil bulto de su pene en el pantalón, luego tiró del gatillo. La mano se movió demasiado y la bala prácticamente le arrancó gran parte de la nariz y el pómulo, dio un terrible grito. A pesar del susto no se rindió, estaba decidido, al menos esto tenía que salirle bien; esta vez abrió la boca y puso el caño casi tocándole el paladar, sentía la sangre chorreando desde la cara por todo el cuello, tomó aire y se perforó finalmente el cerebro con plomo.
Al funeral solamente asistieron su madre, su esposa y el viejo gordo de pullover.
Aproximadamente un año después del suicidio, la esposa y la madre decidieron "blanquear" su relación lésbica que en realidad llevaba mucho tiempo, casándose en el extranjero, disfrutando de la pensión y seguro que habían cobrado.

30 comentarios:

Ana dijo...

Materia de guión de cine, o por lo menos de unitario televisivo.
Qué triste es saber que hay tantas vidas al pedo. Tantas personas que vienen al mundo sólo para ser infelices y desear la muerte.
El suicido era inevitable para él. Aunque un buen ribete hubiera sido que fallara y siguiera viviendo así, "muerto", hasta morir de viejo. Creo que ésa es la peor de las paradojas.
También muestra con dureza cómo muchas personas le cagan la vida a sus hijos. Razón por la cual no cualquiera debería poder procrear.
Lo único con lo que no estoy de acuerdo es que, una mujer chupacirios como este personaje, ponéle que tuviera un disco de Los Beatles de los primeros; pero ciertamente no habría tildado de insuperable a una banda cuyo líder dijo públicamente que se sentían más grandes que Jesús; ni hubiera entendido un disco como Sgt Pepper; ni creo que escucharía a Creedence. Más bien tendría discos de Música Clásica (sí) y no mucho más, por ahí alguno de, que se yo, Violeta Rivas o Donald ;)
La obsesión con Helena, el paradigma de lo que él nunca pudo ser, ni podrá tener, está muy bien plasmada.
Bah, todo. Está muy bueno y es digno de alguien "indiferente a todo con saturación cercana a los instintos asesinos".

Saludos!

KLLR dijo...

gracias por la crítica.
Conocí varios que eran catequistas o de confirmación en la iglesia y eran fanáticos de los beatles, la mayoría no entendían un pomo de ingles.
Los de Creedence eran evangelistas...
Lo mismo que lo de los les luthiers, casi todos los cristianos tirando a fanáticos que conocí tenian cds y dvd de ellos.
Igual dice que era la única música en inglés que escuchaba, o sea que tranquilamente podría haber habido discos de palito ortega tbn.
La obsesión por helena está bien plasmada debido a que soy un baboso y simplemente la describí como el stereotipo de mina que me gusta a mi.
Pense lo del suicidio fallido, pero me parecio que No podia ser que no le saliera ni una, por eso el último tiro lo acierta.

Ana dijo...

Ja! Eso de que es el prototipo de mina que te gusta a vos se notó. Igual a lo que me refería, más que a las características del personaje, es a la dinámica de la (no) relación.
Lo de los Les Luthiers tmb es una pavada. Los tipos, si bien no hacen humor político y éso hace que muchos más conservadores se sientan atraídos a ellos, tmb son sumamente filosos y muy talentosos. Si mi viejo te escuchara decir que sólo los siguen chupacirios te agarra a trompadas, y varios otros zurditos que conozco tmb.
O sea que con el final digamos que develás una naturaleza piadosa respecto de tu loser. Interesante :P

KLLR dijo...

JA..yo podría escribir un libro acerca de la dinámica de la "No relación", esto se engancha con lo de mi piedad hacia el looser -> casi todos somos unos loosers de alguna manera, en algún momento te toca ser looser, es inevitable.
SOOYY UUUUNNN PERRRDEEEEEDOOORR I'm a Looser baby...so why don't you kill me (el único tema que me gusta de beck)

KLLR dijo...

otra: Te falta lógica en tus conclusiones, yo no digo que todos los que les gusta les luthiers son chupa cirios, digo que a muchos chupacirios les gusta les luthiers.

Yo personalmetne creo que tienen algunas cosas que te sacan un "ja ja", es un humor medio light y me jode que se la tiren de cultos, nunca me pueden hacer cagar de risa como Capusoto y Fabio Alberti.

Ana dijo...

Coincido en casi todo. Sobre todo en que Loser es la única canción que me gusta de Beck, y el video estaba bueno; tmb creo que todos albergamos un loser adentro; y yo suelo tenerles piedad, pero no creía que vos tmb.
Las conclusiones son siempre parciales, aunque suene contradictorio. Uno siempre puede cambiar de parecer. Igualmente a mí me diste la impresión de que pensabas que sólo los ultra carcomidos por el Catolicismo admiraban a los Luthiers, pero ahora veo que no.
Que son cultos no se puede negar. Y manejan un humor muy diferente al clan Chachachá y Todo por dos pesos. Pasa que el humor no siempre pasa por cagarse de risa. Son distintos tipos de humor. Ésto se ve en cine tmb. Están las películas que te hacen despatarrar, y las que sólo te arrancan una sonrisa cómplice, pero ambas son humorísticas.
Igual a mí los Luthiers sí me hacen cagar de la risa. Así como Capu y los demás.


palabra de verificación: "juguate" conmigo, diría Cris Morena :P

KLLR dijo...

Desde mi punto de vista el humor si es cagarse de risa.
Por ejemplo mafalda no es humor, y liniers menos...

Ana dijo...

Claro, no coincidimos entonces. ¿Para vos qué es éso que te hace sentir identificado sin que necesariamente sea bronca, ni nostalgia? ¿Es serio? Y obviamente no enarbolo la bandera de "la seriedad", que me parece un estandarte de la medriocridad y la "autorepresión".
Probablemente sea un error de mi parte pretender categorizar, pero creo que a la hora de pensar en ésas expresiones, por más que traten de temas profundos, son humor. Porque el humor no tiene temas tabú. Ni es necesario hablar sólo de banalidades mediante el humor.
Por lo menos así lo veo yo :P

KLLR dijo...

Mafalda por ej es en ocasiones seria y zurda...a mi no me hace sentir identificado.
No digamos que les luthiers hace un humor profundo, porque he escuchado boludeces de mastropiero y de profundo no tienen un carajo, creo que si esas mismas boludeces las hicieran otra personas no las iría a ver nadie. El único chiste que me hizo reir un poco es el tipo que lee mal y dice "pero el te mato dabia da, para más.", que guste o no es una vil copia de lo que hacia el chavo del 8 en la escuelita.
Por ahí el tema pasar porque hay personas que gustan de los estados "intermedios" o "equilibrados", en gral no soy de las cosas a medias, o estoy bien o estoy mal, y los dias "nada" tiendo a estar low que es un estado casi por defecto.
Si un chiste es bueno me hace reir y sino me parece una mierda.
No me gusta leer algo que tildan de humorístico para soltar un "ja", o una sonrisita o decir "ay pero que ocurrente este tipo" o como hacen con liniers "ay, que tierno"..eso no es humor.
Peter cap. y sus videos toca temas que desde el humor tienen profundidad y realidad como el boludeo y marketing que hay detras del rock, los estereotipos que siguien algunos giles y te re cagas de risa.

Ana dijo...

No pretendí decir que Les Luthiers hacen humor profundo, porque, coincido, de profundo no tienen nada. No necesariamente es bueno lo que sea profundo. Para mí el humor de Capu tampoco tiene nada de profundo, burlarse de los estereotipos no es algo profundo. La forma en que lo plantea es sumamente caótica, inteligente y original a la vez.
No sé si estamos entendiendo el mismo concepto de "equilibrado", que no necesariamente es "intermedio", porque por ahí no se trata de un 50% y un %50; es más bien no ir ni al 0% ni al 100%, pero reconociendo todos los demás.
Igual yo realmente me cago de risa con los tipos, no soy muy sutil para el humor.
De casi todos los sketchs me queda algo, por ejemplo el que trata de un chanta que funda una especie de religión, se burlan del fanatismo idiota. Éso está bueno. Y bueno, el que decís vos me mata.
Creo que lo que me hace reír de los tipos se trata más, por ahí, de un humor escénico, de algo más gestual, y que por ahí va más allá del "contenido".
Siempre por las ramas me voy, qué cosa!!! No sé que corno tendrá que ver todo ésto con tu post que está buenísimo!

Saludos!

Ana dijo...

Cuando dije "no soy muy sutil para el humor" debí decir que no soy nada sutil, para NADA! :S

KLLR dijo...

"un humor escénico, de algo más gestual, y que por ahí va más allá del "contenido"

En mi mundo no califica como humor.

Ana dijo...

OK.

Roger Borratint dijo...

Muy bueno el cuento. Bien crudo y oscuro. No se ve mucho eso. Están de moda los finales felices y demás yerbas.

A mí me hace reír a veces Les Luthiers. No conozco mucho igualmente, pero me gusta lo que conozco porque me parecen muy talentosos musicalmente. No puedo opinar sobre si el humor es profundo o no.

Capusotto sí es profundo su humor. Casi todos sus sketches y personajes tienen algo más de fondo. Es innegable esto. Si alguien me lo niego empiezo a tirar ejemplos.

Lo del humor es totalmente subjetivo, así que sólo puedo hablar de lo que me pasa a mí: las cosas que me parecen más graciosas, lo más profundo que puede calar el humor en mi organismo, generalmente no me provoca una carcajada. Y me gusta mucho el efecto sorpresa. Que te conduzcan por un camino lógico y de golpe se aparten de ese camino mediante una solución hilarante... qué sé yo, es muy difícil de explicar. Quizás por eso sea que me hacen gracia algunos chistes de gallegos.

Ana dijo...

A ver si nos entendemos, yo sé que detrás de los personajes de Capu hay algo (igual me gustarían tus ejemplos, a ver si es lo mismo lo que vemos), pero ése contenido para mí no es "profundo". Profundas son las dudas filosóficas y existenciales.
Es decir, ya que hablabamos de Bombita, yo sé que detrás (o delante, no sé) de él hay una crítica tanto al zurdismo extremo como a la cultura superficial de un Palito Ortega; incluso se cuestiona la educación, los legados políticos, bué, etc.
Un Luis Almirante Brown te está criticando el lado pretencioso de ciertos artistas, como Spinetta (a quien yo admiro mucho, pero no me impide reirme de éso); y tmb te lleva a analizar que muchos artistas, para volverse "populares" se convierten en una mersa.

KLLR dijo...

Ana: "Profundas son las dudas filosóficas y existenciales"
Bueno, esa es tu definición algo intelectualoide para mi de profundo, yo no la comparto.

Para mi un humor no profundo serian los midachi o las boludeces que hacía tinelli.

Roger: a mi tbn me gusta lo de las "sorpresas" o sea que un chiste pegue un giro y se vaya al re carajo hasta el absurdo a veces, pero si me cago de risa mal.

El final es feliz para la vieja y la gordita ;)

Ana dijo...

Claro, para mi lo de Tinelli o Midachi no califica como humor. Es simplemente una berretada.

Kiss!

KLLR dijo...

y si, a mi la verdad no me hace reir por lo que no califica como humor para mi, pero me refiero a que intenta hacer reir a la gente sin hacerla pensar en lo mas mínimo, sin la mínima dosis de ironía.

Roger Borratint dijo...

No sé... a mí por ahí alguna boludez que pase en Tinelli me puede hacer reír, sin embargo no lo considero como algo valorable humorísticamente. O sea, si bien obvio que están re emparentados, no considero como "humor" sólo lo que me hace reír. Hay cosas que me hacen reír (onda la cara de Ricardo Fort ponele, una cosa así bien pedorra, chata y vergonzosa) y sé que son la mierda; y por el otro lado, las cosas que considero más profunda e intrínsecamente graciosas, generalmente no me hacen reír. Soy un tipo muy complejo evidentemente, me acabo de avivar. ¿No seré medio PUTO? jajajaja

Ana, entonces sí, si para vos lo profundo es eso, entonces estamos más o menos de acuerdo en lo que estamos diciendo. Los ejemplos sinceramente me da paja, además me incomoda un poco hablar de eso.

Salud.

KLLR dijo...

Che..pero si están de acuerdo en lo que es profundo porque a Ana no le parece profundo el humor de capusoto y a vos sí??

"las cosas que considero más profunda e intrínsecamente graciosas, generalmente no me hacen reír. Soy un tipo muy complejo evidentemente, me acabo de avivar. ¿No seré medio PUTO? jajajaja"

Y bueno, con ese tema de que lo que te parece muy gracioso no te hacer reir y lo que te parece una mierda como tinelli sí, te diría que estás cayendo en ciertas complicaciones y contradicciones típicas de la mayoría de las integrantes del sexo femenino.

Para el finde largo estuve en Mza y no se como salio el tema de que mi viejo nunca se rie así a carcajadas mal, y llegamos a la profunda conclusión de que es un amargo y que nada en la vida lo entusiasma hasta la euforia...o algo así.

Volviendo al texto, le cuento (porque se me canta las bolas) que lo escribí por el 2005, el viejo gordo de pullover es un reverendo hijo de puta que era profesor y jefe de catera de sistemaa operativos en la utn y el protagonista representa genéricamente a los nerdos chupamedias tarados que iban a succionarle las bolas en las horas de consulta, todos con sus libritos azules.

Ana dijo...

Uh...Lo de que las contradicciones en las que caemos las del sexo femenino, bueno. Asumo que todo este tiempo me has estado subestimando en mi inteligencia. Lo cual me cae como el orto.
Pero sigo, che Roger, a mí la cara de Robertito Fort me da asco más que risa...Una impresión! Creo que si KLLR tiene razón sobre las incoherencias de las mujeres, y si vos y yo coincidimos porque somos incoherentes...Empezá a replantearte tu sexualidad, nunca es tarde para salir del closet :P

Volviendo al texto. Copado que lo hayas escrito hace tanto, o sea, siendo más pendex.
Me quedó la duda sobre la máquina de los números...Lo interpreté como una metáfora, pero...¿de qué?

KLLR dijo...

Ana: dije "típicas de la mayoría de las integrantes del sexo femenino"

Si vos te considerás parte de esa mayoría ya es cosa tuya, pero en gral las minas son confusas y contradictorias con muchos temas, por suerte hay excepciones, aunque para muchos la histeria, contradicciones y actitudes inexplicables de las minas son parte del 'encanto femenino'.

Si te he subestimado lo he hecho al igual que con cualquier blogger de cualquier sexo

La maquina de letras y números vendría ser una computadora o hasta por ahí una calculadora...creo

Ana dijo...

Es cierto, lamentablemente a la mayoría de los hombres les atraen las nenitas histéricas. Se quejan pero es lo q les resulta atractivo. Vaya una a saber por qué.

Y no es metáfora de nada la maquinola? :(

KLLR dijo...

Las metáforas no son mi fuerte :P, escribo con un estilo cuadrado o como mucho rectangular.

KLLR dijo...

Igual en el texto a veces se le atribuye a la máquina como una especie de voluntad propia, cuando dice que escupía datos con furia, esta un poco "personificada".

Anónimo dijo...

Pobre, regalando dignidad a precio de Flynn Paff.

Ana dijo...

jajajajaja! Hablando de humor me hiciste reír con lo de "cuadrado, a lo sumo rectangular".
No es tan así, pero bueno. No te pienso inflar el ego!

Ah viste que algo tenía la máquina? Para mí la maquinola es como la metáfora de la represión interna.
Un objeto que siempre está en su intimidad y lo asecha.

KLLR dijo...

Ana: a veces alguien escribe algo y la gente le da interpretaciones que el autor ni las imaginó, me hace acordar al capítulo de south park "The Tale of Scrotie Mc Boogerballs".

Kromfeld: mas que flyn paff la vendía a precio de sugus :P

Ana dijo...

Creo que esa es una de las mejores cosas de escribir en un blog, que vos escribís algo con determinado sentido (el que vos le das a tus palabras) y los que comentan le dan otros. Es muy enriquecedor.

Roger Borratint dijo...

Si fuera enriquecedor, todos nos llamaríamos Enrique.

KLLR, lo que yo dije sobre estar de acuerdo con Ana (con diferente concepción de lo que es profundo), era sobre el fondo del asunto. O sea, entendiendo esa diferencia de criterios sobre lo que es profundo o no, comprendí que en el fondo estábamos diciendo lo mismo (no sobre la profundidad, sino sobre el tema, que obvio ya ni me acuerdo cuál era).

Salud.