Pensando de más en el colectivo.

Una brisa fresca y húmeda de agosto se mete por la ventanilla del bondi. Es un alivio, es agradable, pero trae una humedad que anuncia que se aproxima la llegada de la temida primavera. Es esa humedad que se mete en los edificios, en las escaleras y  muebles de madera, que pudre todo de a poco. La humedad del verano porteño, el olor a humedad que me lleva a recordar algunos días quizás no tan lejanos. Olor a Sábanas sucias sudadas, sexo, sangre y alcohol barato en un hotel mugroso.El olor de un colchón tirado sobre un piso con una alfombra vieja y arruinada, sexo y alcohol...días con una felicidad encontrada en medio de miseria y necesidades, como la alegría de lo más simple y primitivo, de lo básico, lo más concreto.El colectivo va pasando por el costado del parque y el aroma cambia, es más como a pasto húmedo cortado, en el mp3 suena un tema de deftones, entonces los recuerdos se remontan mas atrás en el tiempo, a días sin responsabilidades, sin preocupaciones, sin propósito alguno, en un descampado o en una plaza o en el jardín de una casa, con poca guita en el bolsillo, con amigos, vino, cerveza y drogas.Días de pocas minas, poca experiencia en todo y noches enteras escuchando música y tomando hasta quedar tirado o vomitando; manejando en pedo sin rumbo fijo escuchando un cassete con The Prodigy y Depeche Mode en el stereo, para después hacer unas hamburguesas o chorizos a la parrilla al lado del río, y con eso alcanzaba, estaba más que bien.Como a un típico viejo de mierda, me parece que no fuera hace tanto que pasó todo eso.Ahora, llego a destino y la humedad me sigue jodiendo en el monoambiente, aún con el aire acondicionado; la dosis de miseria y necesidades han cambiado a una casi cómoda situación mediocre, el alcohol ya no es del más barato y el colchón no está en el piso.A muchos de esos amigos ya no los tengo.Cuando puedo vuelvo a hacer algo a la parrilla al lado de un río.Y muchas veces escucho esos discos de  Depeche Mode, The Prodigy y Deftones... y me siguen gustando.

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Intento de resucitación #00 - La verdadera libertad

Creo que la máxima expresión de la libertad es estar comiendo un asadito con chinchu, chori, morci y mollejas y que por la ruta más cercana a donde lo estás haciendo observés como un camión scania atropella a un vegano que planeaba vivir 103,8 años gracias a su "alimentación sana", y luego reir macabramente con la boca llena de ácido úrico, colesterol y vino tinto al grito de: Viva la Patria Carajo!!!

 PD:
 * El asado es a la leña: entraña, vacío, punta de espalda y matambre.
 * Las morcillas son marca paladini, los chori son de puro cerdo, los chinchulines no fueron hervidos antes de ponerlos en la parrilla pero si fueron sumergidos bastante tiempo en jugo de limón, no hay ensaladas.
*El vino tinto es un  malbec-bonarda de la bodega séptima con 4 meses en roble francés.
*El vegano era virgen, tenía 27 años, se llamaba Thiago o algún otro nombre moderno/maricón y decía tener ideas marxistas a pesar de ir todos los años de vacaciones a cancun y miami.
*El camión era negro con detalles azules y el conductor en ningún momento se detuvo.